31 de agosto de 2025

Corazón de neón

Esta etapa de mi vida ha sido verdaderamente maravillosa. No quiero decir con esto que he alcanzado la cima de la plenitud que he soñado durante años, pero sí reconozco que he dado un gran paso hacia ella.

Una publicación que quizá sea breve, pero guarda en sí un enorme significado, pues está inspirada en hechos recientes que han dejado huella en mí.

Me he sentido complacido, tomado en cuenta, valorado y, por qué no decirlo, profundamente consentido. Todo esto gracias a las buenas circunstancias y a las muestras de cariño de quienes dedicaron un poco de su tiempo para regalarme palabras sinceras, momentos compartidos y experiencias que llevaré conmigo para siempre.

Esta hermosa casualidad —o quizás causalidad— de la vida merece el más profundo agradecimiento. Agradezco cada oportunidad que me ha permitido arriesgarme, perder miedos y, sobre todo, disfrutar de lo que antes veía con duda o temor. Hoy entiendo que soy merecedor de lo bello, de lo auténtico y de todo lo que llega a mi vida con la fuerza de la verdad y la bondad.

Y mientras sigo transitando este camino, me propongo vivir con más conciencia y con más apertura. Valorar lo pequeño, celebrar lo simple, y continuar construyendo recuerdos que me recuerden quién soy y hacia dónde voy. Porque sé que lo mejor aún está por venir, y quiero recibirlo con gratitud, con amor y con la certeza de que cada paso, incluso los más inciertos, me están llevando exactamente al lugar donde debo estar.

Bendito agosto que pasó, quiero que el resto del año y de la vida sea una sonrisa amplia de felicidad auténtica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario